Bienvenido a ti mismo, a ti misma

Espero que mis testimonios personales como buscador espiritual y como facilitador en procesos de desarrollo humano te sirvan para conseguir el propósito de tu vida : ser mas feliz , y estar mas en contacto con tu paz interior y con la reserva infinita de silencio y amor que te esperan en el interior de tu propio corazón.

Puedo enseñarte a meditar, acompañarte en procesos psicoterapeuticos, indicarte cuales son tus mayores ventajas sicoastrológicas, susurrarte sonidos ancestrales para que entres en tu propia sabiduria. Pero lo esencial es que decidas ya mismo orientar tu vida hacia lo mas significativo :la búsqueda de lo sagrado.

UNA VENTANA ABIERTA HACIA TU PROPIO SER Y TU PROPIA LIBERTAD : www.tumeditacion.com

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una ventana abierta hacia tu alma

miércoles, 9 de febrero de 2011

sobre el amor (fragmento del libro publicado "ELRETORNO A LO SAGRADO"

El amor es lo único que queremos y lo que más nos hace falta.Lo que más desconocemos y lo que más buscamos.Morimos de ausencia de amor.Enfermamos por deficit de amor.Vivimos para encontrar el amor.Buscamos el amor en un ser que nos ame, salimos inconcientemente a buscarlo en las reuniones sociales y en la calle, en las colas del banco y en las oficinas.Tener esperanza es encontrar sus rastros.Deprimirse es perder sus huellas.No exagera quien afirma que el amor es el único movil.Todos los otros objetivos son solo reemplazos de segunda, premios de consolación, satisfacciones secundarias.El amor es lo que importa.Quien lo niegue, niega que vive.Casi todos, sin embargo nos hacemos a la idea de que en la vida hay muchos otros móviles y motivaciones:sobre todo cuando escasea en nuestra vida el amor:entonces nos refugiamos en la obsesión por el trabajo, o buscamos suplir el vacío consumiendo drogas o alcohol, o buscamos adquirir poder y autoridad.


Ninguna otra cosa nos importa más que la fusión amorosa, el contacto humedecedor del beso.El ritmo del amor es el ritmo de  intrusiones y retracciones del agua en la playa.Solo ese es el tema sobre el que gira la literatura , el cine, la vida.Nuestras biografías, cada una de ellas, no són más que una historia de amores y desencuentros.El amor es el tema central de la religión, de la mística.Es el único tema. Es lo único por lo que buscamos el éxito, la fama, el dinero:porque creemos que nos facilitarán la obtención de amor.

Los publicistas venden sus productos porque los presentan como medios infalibles para obtener el amor.A la base de su lógica de la manipulación del consumidor, está el axioma de que nada atrapa nuestra atención más que la promesa de adquirir el amor.Un automovil elegante se presenta como un vehículo para recoger a la amada y dejarla seducida.Un perfume se vende como el olor apto para volverse irresistible.No faltan en las propagandas de televisión los besos, los bikinis, los yoghurts que incitan a la reconciliación amorosa,la gaseosa que se toman los novios en la playa, las camisas y pantalones que incitan al amor al estilo francés.

EL AMOR Y SU ARQUETIPO: EL AGUA

El amor y el mar vienen juntos.Són lo mismo.Por algo, las novelas de amor suelen optar por paisajes paradisiacos en playas perdidas.La humedad del mar y el misterio del amor són iguales.Nos remiten a una misma aspiración profunda, a un mismo anhelo esencial de fusión.Venimos - como seres biológicos- del mar.Venimos -como individuos- del mar placentario del vientre materno.Quisieramos volver alli.Allí estuvimos en paz, sosegados al ritmo del corazón de mamá, flotando en sus honduras, con toda necesidad resuelta: ni hambre, ni frío, ni necesidad de respirar.

Agua caliente es sinónimo de amor materno.Y el amor materno es el amor arquetípico, el modelo básico con el que nos figuramos el amor.La técnica sico-repiratoria "rebirthing" , se practica en agua caliente para estimular el recuerdo de la vida intra-uterina.Tal vez, en realidad, ni siquiera en las relaciones amorosas más adultas dejamos de anhelar la fusión total, el total reposo, la total unión con lo amado.Ni en la mística ni en el amor de pareja hay otra aspiración.

Todo amor sexual , conciente o no,sublime o vulgar, bien o mal manejado, es un anhelo místico.Todo anhelo místico es una elevación alquímica que transmuta la energía vital.La energía vital está disponible como amor sexual, como amor religioso,como amor que sana, como amor a las expresiones de la cultura.

Ninguna de las facetas del amor es más original o real que las otras:són todas manifestaciones de lo mismo.Pero todas están conectadas al anhelo más profundo que rige el psiquismo humano: la fusión original, la unión con el cosmos, la reunión con la naturaleza.El anhelo del amor es el anhelo de la unidad.La unidad intrauterina es por ello el paradigma del amor.El agua es por eso el medio del amor, su sustancia misma.Y por ello el mar es el símbolo por excelencia de la fusión del ser humano con el cosmos.El mar es el símbolo del absoluto, y por ello las biosofías orientales aluden al mar, siempre, cada vez que quieren explicar el propósito de la vida humana.Ese propósito no es otro que la reunión de lo individual con lo universal, no es otro que el retorno de la gota de agua, que se había evaporado, que se creía ella misma separada e independiente, al mar del que se separó.

El mar es, más bien, la mar.Es un ser femenino.Es el vientre del que salió, reptando, la vida.La vida es la expresión del mar, es el mar hecho materia viviente.Y la energía que anima esa expresión inteligente, viva, creativa, del mar inorgánico que es su matriz, es la energía del amor.El amor es la energía de la que se nutre la vida.La vida se nutre de su fuente que es el absoluto.



EL AMOR COMO FELICIDAD COSMICA DE LA VIDA

En términos de Maharishi Mahesh Yogui, el fundador de la técnica "Meditación Trascendental", el amor es la vibración de la vida,y esta es la manifestación del campo trascendental del que surge, del absoluto. El absoluto, el Ser, es como la savia de la que se nutre la flor.Todos los aspectos de la flor no són más que manifestación de la savia.La savia no es vida, pero se convierte en vida.No tiene color, pero asume los colores más variados al expresarse como pétalo, como hoja, como espina.Y el amor es el lazo que une la flor a la savia de la que se nutre.La savia no se vé: es inmanifiesta.Las partes de la flor se ven: son manifiestas.Pero las partes de la flor se mantienen saludables, radiantes, bellas, gracias al interés que tiene la savia de seguir manifestándose como aspectos manifiestos de la flor.


Ese interés de lo absoluto, inmanifiesto, por expresarse como vida, alegría y radiancia, es el amor.El amor es la alegría que siente la vida de seguir siendo vida.

El amor es la radiancia de la vida, y es una fuerza en expansión.La vida es felicidad pura en expansión permanente.El amor es esa dinámica feliz de la vida.La vida es feliz de ser actividad permanente, energía y materia conformada de modos cada vez mas complejos, expresiones cada vez mayores de mayor inteligencia de la naturaleza.

La vida está feliz de ser expresión de la fuente de la que brotó, del campo del que surgió, del agua que la nutre.El amor es esa felicidad pura.

EL AMOR ES FEMENINO Y ACUATICO

Como la mar, la diosa mar, es femenina, al absoluto podemos imaginárnoslo también como femenino.Nos lo hemos venido imaginando como masculino desde hace dos o tres milenios, en las culturas patriarcales y androlátricas (que rinden preferencia a lo masculino) incluida la cultura occidental.Pero el vientre cósmico al que queremos volver es la mar, y nos lo podemos imaginar como una diosa.La diosa tierra, la Diosa mar, la absoluta.La absoluta nos ama, la vida es la expresión de la absoluta, la vida viene de "la mar".Por milenios, las antiguas culturas han adorado a diosas del amor, diosas que representan el amor cósmico que cobija a todos los seres vivientes.Estas diosas eran también símbolo de la fertilidad,fuente de la vida.


Agua y mujer.Mujer y abrazo amoroso.El amor es, psicológicamente, reposar en el interior de la mujer, en el místico medio placentario. Nace el niño , viene del mar amniótico del vientre-huesped de su madre.En adelante, su principal anhelo será volver al abrazo acuático que duró nueve meses. Nace la vida en el planeta en los caldos primigenios del mar,  moléculas que al azar se cruzan para lograr el misterio ciego del puro impulso por la vida que es la vida. Trae la mujer desde el mar misterioso de su vientre al embrión que flota buceando sus orígenes, que viene repitiendo la embriogénesis toda de la cadena biológica hasta el homo-sapiens. Reptan los anfibios buscando habitat en tierra firme. Gatea el niño buscando sus juguetes. Venimos del mar, o, mejor de la madre mar. La diosa Mar.La diosa tierra y sus oceanos.

    Luego viene la leche. El niño lacta del seno materno.Durante la lactancia, el niño y la madre comprenden el significado más profundo del amor.Esa leche que alimenta es amor que nutre.Por eso, el barón ansiará devotamente beber los pechos de la mujer. Leche líquida, caliente,nutriente, brota como manantial de sus pechos.Leche de sus pechos de leche.Agua de nuevo. Del agua del vientre al líquido mamario. Agua que alimenta y agua que alimenta. Mujer-agua que alimenta.Al agua del rio van los seres del bosque a beber.Allí esperan las ninfas.El agua es el origen, la fuente.Por eso la mujer es el agua. Y si no es la mujer-madre, es la mujer-amante. Líquidos en todo caso.Són los flujos del deseo llamándo , lustrando, el empuje del macho.O es la saliva del beso.

    Luna y agua, ambas invitan al sueño, ambas nos sumergen en el inconciente. Alli nos invitan a nadar.Una irresistible atraccción magnética nos impulsa a dejarnos hundir en el regazo femenino, acariciante, tibio, del líquido amniótico. Algo nos invita al reposo perpetuo entre las aguas, a la inacción total. Algo nos busca para protegernos eternamente, y nos seduce con palabras suaves hacia el útero cósmico de la madre.El yoga llama "Samadhi" a esa experiencia infinita de sumergirse en el útero cósmico, en lo absoluto, en Brahman, estado de reposo infinito de la conciencia, inactividad pura del nirvana.

EL AMOR SANADOR, LA LUNA, EL AGUA Y LA TIERRA

    El útero cósmico es la tierra. La tierra es la gran madre que nos nutre. Los simbolismos acuáticos remiten por eso siempre al elemento tierra, a la prima materia, y a las propiedades mágicas y curativas de los minerales escondidos en sus entrañas. También al mercurio, el metal líquido, agua y tierra a la vez, y símbolo de la energía básica de la vida, en su forma más burda, que debía ser sublimado hasta purificarse como oro.El simbolismo alquímico abunda en adjetivaciones feminizantes para describir a la materia prima, el mercurio, el líquido-base de la sabiduría. Se trata de materia viva, no de masa inerte y mecánica como la que imagina la física Newtoniana.En el yoga tántrico pueden encontrarse similitudes evidentísimas con el simbolismo alquímico:también para el tantra el desarrollo humano consiste en purificar lo denso, lo burdo, lo pesado, transformándolo en sutil, ligero, refinado.Ese refinamiento equivale a una transmutación del amor sexual en amor religioso.

La tierra es una mujer que está viva, la Diosa Gaia. Y por eso en muchas tribus era común la creencia de que todas las formas de la vida salían del vientre de la tierra, y por eso a la tierra como vientre, a la Madre, se le han dado miles de nombres femeninos.Los lugares sagrados, sitios de adoración a la Diosa, son generalmente pozos, lagunas, o manantiales de agua. En ellos se asume un contacto más cercano con la fuerza animante de todos los procesos vivos planetarios, con la íntima inteligencia organizante del mundo :el "anima Mundi".

La vida procede de esa inteligencia organizante, femenina, amorosa, y acuática.El agua, la vida y el amor son simbólicamente lo mismo.Probablemente la experiencia intrauterina,registrada en el inconciente profundo, explica que toda cultura humana identifique el agua con el amor, y el agua con la vida.Por eso el agua es fuente de vida, es decir, fuente de salud.Por eso al agua se retorna para recobrar la salud :aguas termales y milagros de la virgen María junto a fuentes de agua bendita a las que acuden los peregrinos de Fatima que abandonan sus muletas.Las esencias florales son vibraciones contenidas en agua.El agua conserva la vibración amorosa de la flor.

El amor es la única vibración que sana.Los remedios curan.Pero solo el amor sana. Junto al agua se crean radiaciones naturales intensificadas, que inducen una ionización de la atmosfera más propicia para experiencias oníricas y estados cerebrales de ondas alfa, asociados con menores niveles de Stress y , por consiguiente, con una mejor salud. Las sacerdotisas, chamanes, curanderas, acuden siempre al agua para invocar la salud. Los poderes curativos de los templos de Esculapio, en grecia, requerían que el enfermo se durmiera y pudiese así venir en sueños la solución. A fín de facilitar el sueño, los templos se construían junto al agua. El poder renovador del inconciente es para los antiguos el poder renovador del agua.

    Los mismos contextos Judeo-cristianos hablan del agua sanadora, y del amor como el poder que sana a los enfermos.Juan el bautista prepara el advenimiento de la religión del amor, la de Jesus, con baños de agua. En 1858, Bernadette Soubirous, una mujer, recoge tierra de una gruta de Lourdes en un rapto místico, hasta hacer brotar un manantial cuya agua se hizo famosa en el mundo por sus virtudes curativas :el "agua de Lourdes", agua amorosa que sana. Las apariciones de la Virgen están siempre asociadas al agua. En la Salette, francia, una niña y un niño dijeron observar a una señora muy luminosa, junto a un arroyo al pié del cual comenzó súbitamente a manar un manantial en pleno verano.

    La luna es la madre, y el amor siempre remite al poder magnético que la luna ejerce sobre los amantes.El agua es la madre. Por eso las Diosas en las culturas antiguas eran siempre Diosas lunares, y casi siempre estaban asociadas a rios, cascadas, o remansos. Por eso a los Dioses masculinos se les asocia más bien con el sol. La Diosa luna llena  representaba abundancia, el fuego de la sexualidad y la unión ,la energía del amor personificada por la fenicia Astarté,o por la Griega Selene, o por la egipcia Isis.Todas ellas representaban la fuerza nocturna, con sus encantos eróticos y sus amorosos secretos, con sus sabidurías enigmáticas. Lilith, la antigua Diosa Semita, personificó en sus formas arcaicas los poderes benignos de la noche .Luego, la conexión de Lilith con la sexualidad y los reinos instintivos del deseo, con los sueños eróticos y las fantasías, con el poder de la vida; hizo que llegara a representar en la cultura occidental al demonio mismo.


HISTORIA DEL AMOR

El agua amorosa y sanadora, asociada al reposo y a los ciclos biológicos, está asociada también a la sensualidad y al eros, a la sexualidad y al instinto.Pero su valoración pasó de ser positiva a ser negativa desde mas o menos los principios de la edad del hierro, y sobre todo cuando los arios, procedentes del norte de Europa, comenzaron a invadir las tierras del mediterraneo, dando origen, con los griegos, a la cultura occidental.Los arios son un pueblo guerrero, el esfuerzo y la lucha són sus valores, y no ya más el juego inocente, la dicha erótica de estar entre las fuerzas aquietadas de la vida.

Para Platón es dogma, en la ciudad Griega de Atenas, en el ciclo quinto a.c. ,que la sensualidad y los sentidos son el polo del que debe alejarse la educación del ciudadano culto, y en especial el filósofo. Los cultos a Dionisios, generalmente asociados a ofrendas nocturnas de sangre de cabra, en ritos propiciatorios a la fertilidad de la tierra, y oficiados por mujeres principalmente; comienzan a verse con sospecha cuando no con disgusto.

    Ya para los romanos cristianizados se trata de delitos paganos, condenables sin lugar a duda. Para San Agustín, sencillamente la mujer es el diablo,pues simboliza el anhelo humano del amor sensual.La cultura Judeo-cristiana, a diferencia de las que la precedieron, estableció una dicotomía radical entre el amor sensual y el amor a Dios o amor espiritual.Este último debía lograrse a expensas de la represión inmisericorde del primero.Tal dicotomía, propia de la era de piscis, con sus antítesis irreconciliables, nunca se dió, en general, en las culturas de oriente .Los templos hindúes están llenos de figuras de diosas sensuales, y la sexualidad nunca fué sinónimo de" pecado" entre los chinos o entre los japoneses.

El amor ha tenido una historia diferente en occidente y oriente.En el oriente clásico, nunca existió el amor romántico, que es un fenómeno exclusivo de occidente.El amor romántico no es necesario donde es posible y permisible el anhelo místico de vivencias internas de fusión con el arquetipo femenino, con la mar oceano, que es el vientre del que todo surgió.Si ese anhelo está socialmente prohibido ( y esa prohibición solo ha pasado de ser explícita en la inquisición a ser tácita en el racionalismo positivista de nuestra época), no queda otra salida que conformarse con el anhelo amoroso y trágico , por imposible, de unión con una "dama de mis sueños" .

Entre los orientales el amor romántico se consideraba una patología, o, en todo caso,un asunto extraño e indeseable;porque la cultura religiosa permitía canalizar ese anhelo de unidad vivencial con el universo, a través de la mística.El matrimonio no requería el enamoramiento (limerencia), sino sencillamente la conveniencia y cierta disposición amorosa y devota hacia el cónyuge (lo cual, por cierto, es el secreto de las uniones armónicas ,estables, y duraderas -nada hay más corto que una pasión- ).El arquetípico deseo de ser uno con el todo, no fué reprimido por institución religiosa alguna en oriente, sino más bien estimulado y valorado positivamente.Pero a la institución religiosa occidental le interesaba más mantener la distancia entre los fieles y su Dios, para que así se conservara también la distancia entre los representantes de Dios en la tierra y el pueblo obediente.De esa distancia dependía la autoridad de la iglesia, y de esa autoridad dependía su poder político. El poder político y el poder religioso se mantuvieron mucho más diferenciados en oriente que en occidente, y por eso las instituciones religiosas orientales no buscaron tanto mantener el control de las ideas y comportamientos de los individuos, como facilitarles unos medios de desarrollo espiritual y de autonomía religiosa.

Según Dorothy Tennov, en su libro "Amor y limerencia" son dos sentimientos totalmente diferentes el "amor" y la "limerencia".El amar es simplemente sentir estima por alguien, preocuparse desinteresadamente por su bienestar.En cambio, la limerencia consiste en estar enamorado, es decir, no desear otra cosa que estar con el objeto amado:involucra celos, drama,temor de perder, sufrir por su ausencia.Estar enamorado es una agonía que genera un placer exquisito, e implica ansiedad, desesperación y alivio.

El enamoramiento romántico es una experiencia religiosa (al modo de la religiosidad occidental) en la que la ausencia del amado o la amada es la motivación central.Consiste en anhelar, y es ansioso y masoquista.Consiste en sentirse incompleto, presintiendo que solo en el encuentro con lo amado se podría recuperar la integridad y unidad existencial.Pero esa unión es imposible, y por ello el amor romántico es siempre trágico. Romeo y Julieta, Tristán e Isolda, són sus mejores ejemplos:tales historias nos inculcan la idea de que en la vida es imposible la fusión amorosa, y por eso toda pasión anhela ante todo la muerte,único descanso del sufrimiento de los amantes.

Los orígenes del enamoramiento se remontan a las épocas de los caballeros feudales del medioevo.Estos guerreros, fieles a su señor ,luchaban batallas inspirados por la dama de sus sueños, que era generalmente una mujer casada, con quien era imposible cualquier aproximación.Se trataba de un amor casto, y sin embargo apasionado.En realidad, ni el la conocía a ella ni ella a el:eso era lo de menos.Lo que importaba era que se ansiasen el uno al otro, no que consumaran el encuentro.No era amor del uno por el otro, sino amor al enamoramiento de parte de ambos.Lo que amaban era ese dolor que sentían de no poderse unir.Ese dolor de sentirse incompletos sin el otro era lo que les atraía.

El dolor del amor romántico (limerencia) es igual al amor de Santa Teresa por su amado (Jesucristo)."vivo sin vivir en mí, y tan alta vida espero que muero porque no muero", decía la santa.La mística occidental, es toda de ese corte:puesto que Dios es inalcanzable, y el ser humano no puede igualársele, ni adquirir el Status de la perfección, el religioso es un sufriente perpetuo, un adorador adolorido que se desgarra ante la imposibilidad de unirse a Dios.El cielo consiste en contemplar a Dios, no en convertirse en uno con Dios.La espiritualidad Cristiana no consiste pues en llegar a la paz aquietada de la fusión con el absoluto (como en la cultura indostánica), sino en permanecer adorando a Dios en actitud ansiosa, suplicante y sufriente.Son más santos los que más sufrieron torturas y más llagas tuvieron.En cambio, en oriente ser feliz y estar en paz es el parámetro de la realización espiritual.


El enamoramiento es una ansiedad de estar fusionado con el todo, y al mismo tiempo un deseo de que eso no suceda para que no cese el dolor.Estar enamorado es estar apegado al sufrimiento de la separación.Amar, en cambio, es un acto contemplativo, desinteresado, puro.

En el sur de Francia, hacia 1150 dc, la cultura cátara reintroducía el concepto oriental de fusión con Dios, en el cristianismo.El catarismo revivió la importancia de los arquetipos religiosos femeninos,y,  por ello, aspiró a abrir un camino hacia la interioridad.Los cátaros perseguían experiencias extáticas, vivenciales, de Dios; y criticaban la fé racional, dogmática, de la iglesia como una fé vacía de contenido vital.En los dos siglos siguientes ciudades enteras fueron pasadas a cuchillo, y miles de mis'ticos cátaros fueron quemados vivos,por la inquisición.Según el texto clásico sobre la historia del amor en occidente, (Love in the Western World, de De Rougemont), el concepto Cátaro del amor,reprimido por la iglesia, persistió secretamente en los poemas de los trovadores y en el amor romántico.

El dulce sufrimiento del amor romántico (limerencia) genera una sensación de estar vivo, e incrementa la conciencia corporal.Esto, obviamente, resultó herético para la iglesia.La iglesia quería imponer su autoridad, y ello requería que los individuos, en vez de sentir incrementada su vitalidad y autonomía psíquicas (que es lo que genera un mayor grado de conciencia corporal) se ajustaran servilmente al sistema de dogmas y principios formales e ideológicos,por medio de una fé racional, desconectada de toda experiencia vital interior.La iglesia se apropió del amor romántico, haciéndole perder toda su capacidad transformadora, al desviar el interés cátaro por la vida interior y sus arquetipos femeninos (con el proceso de crecimiento espiritual hacia vivencias místicas elevadas que implicaba), hacia el culto exteriorizante a la virgen María.

En occidente,continúa vivo el amor romántico,porque no quedó otra pauta culturalmente permitida de canalizar el anhelo de fusión con el interior arquetípico, femenino,acuático.En el fondo, lo que busca el amante en su amada es unirse a su propia femineidad, integrarse el Ying y el Yang.

La nueva era es un renacer del anhelo humano de fusión y unificación dinámica del Ying con el Yang, reprimido a todo lo largo de la cultura occidental.Conviene mantenerse alerta, porque nuestra cultura ha impedido repetidas veces expresar y realizar ese anhelo.Unas veces lo ha reprimido directamente, como en la inquisición.Otras veces ha distorsionado su significado original formalizando ritualmente la vida interior,para convertirla en el cadaver del dogma, como en la edad media luego del cristianismo vivo de los apóstoles.Otras veces se ha apropiado de ese anhelo, desviándolo hacia sus propios intereses.Ojalá no ocurra eso ahora:las estructuras del capitalismo parecen tan fuertes, que las ideas, escuelas y técnicas de la nueva era parecen cada vez más un nuevo objeto-moda de consumo,perdiendose asíuna vez más la posibilidad de hacer efectivo el potencial renovador del amor.La nueva era ha de ser ,por fín, la era del amor.

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